Tu Bishvat en el Beit Midrash del Templo de Libertad

Hace algunos años se ha creado en el Templo de Libertad un espacio llamado "Beit Midrash". Un Beit Midrash es una casa de estudios aunque, literalmente, es una casa de interpretación, de los textos, por supuesto. La tradición judía es interpretativa. Lo judío gira alrededor de la mesa, aquella en la que estudiamos y en la que compartimos. Los textos y las comidas son el centro, habitamos la periferia del estudio y de la celebración. En nuestra tradición no hay sacerdotes ni personas que ocupen lugares centrales, no hay dueños de verdades ni quienes nos dicten nuestros deberes: tenemos textos, interpretaciones y prácticas.

Así entendimos que lo judío no es estático, sino vivo y vivificante, como toda tradición interpretativa. No es coherente sostener el título de pueblo de libro y tocar de oído. Como no lo es interpretar sin estudiar los textos ni repetir mecánicamente interpretaciones ajenas y considerarse activo. De modo tal que volvimos al principio, a los textos clásicos, a las bases; para poder conocer la historia de las creencias y de las prácticas, para ser un eslabón más en la cadena milenaria. Como cada eslabón, enlazados al pasado, nos abrimos al futuro. Porque el conocimiento no pertenece a unos pocos, porque nadie nos tiene que contar lo que dice aquello que podemos leer. Porque no nos gusta que nos citen libros que no dicen lo que nos cuentan ni que nos quieran hacer pasar interpretaciones como si fueran textualidades.

De esta forma es que cuando llega una fecha importante en el calendario, nos detenemos para nutrirnos y avanzar. El martes 3 de febrero por la noche celebramos Tu Bishvat, uno de los cuatro días al año a los que se llama "Rosh Hashaná". En este caso el del árbol, en el que antiguamente se marcaba la fecha que establecía qué frutos habían madurado antes o después de ese tiempo para calcular determinadas ofrendas. Hoy en día nos reunimos alrededor de una mesa, estudiamos sobre las leyes relativas a la tierra y comemos sus frutos. Siguiendo una costumbre de los kabalistas bebemos cuatro copas de vino haciendo un pasaje desde el vino blanco que representa a la naturaleza que se duerme en otoño hasta el tinto por lo brillante del verano. Celebramos el potencial que a veces duerme dentro nuestro y la posibilidad de su despliegue y desarrollo.

En nuestro Beit Midrash hemos celebrado esta fecha con mucha alegría. Compartimos, aprendimos junto a nuestros maestros Damián Karo y Diego Elman y vivenciamos el año nuevo de los árboles en Comunidad. ¡Que podamos ver muchos y buenos frutos!

Volver