JAIE SARA
Comentario de la Parasha Jaiei Sara
Esta semana leemos acerca de la muerte de Sara y su entierro; la búsqueda de una esposa para Itzjak, quien será la segunda matriarca Rivka; el casamiento de Abraham con Ketura, su descendencia y por último su fallecimiento y sepultura.
Vida y muerte, casamiento y sepultura, descendencia y despedida, los extremos de la vida en una misma porción de la Tora. La Parashá que relata la muerte de nuestra primera matriarca se llama Jaiei Sara- Las vidas de Sara, en plural. La suya propia y las vidas sobre quienes influyó, tanto durante su vida terrenal como luego de ella.
Esta parasha empieza hablando en plural, las vidas de Sara, “Fueron los días de Sara: cien años y veinte años y siete años; los años de la vida de Saráh”. Bereishit 23:1
No es la misma vida cuando tenemos 7 años, o 20, o 100.
Nuestra vida por el paso del tiempo va cambiando, dependiendo lo que vamos viviendo, pero si como cuenta esta parasha, transitamos momentos de alegría y tristeza, de satisfacción y de dolor, eso es la vida.
Cuenta el Midrash que a través de Sara el Todopoderoso producía tres milagros: sus velas de Shabat ardían toda la semana, la jala que amasaba era bendición de abundancia para quien la probaba y sobre su hogar se posaba la nube de la Presencia Divina. Sara iluminaba a los demás con su ejemplo, nutría su cuerpo y alma, los protegía y cuidaba.
Ante la pérdida de un ser querido nos encontramos con sentimientos contradictorios, por un lado, el profundo dolor de la pérdida, y por otro, la dicha y el agradecimiento a Di-s por haber compartido vida con ellas.
Sara tenía un buen corazón, era sensible ante la necesidad del prójimo, junto a su marido Abraham eran famosos por su hospitalidad y por su benevolencia. Su amor no esperaba nada a cambio, su entrega era desinteresada y absoluta a todos los seres humanos.
Sara nos enseñó a nosotros a que podamos transformar nuestros corazones, a poder seguir su ejemplo para entender que la vida que uno vive nunca es una sola, ni es la misma, pero que debemos vivir la vida, en todo su esplendor, para poder disfrutar de cada momento.
Quiera D.os que podamos aprender de nuestra matriarca Sara, para poder siempre en cada momento de nuestras vidas, tener nuestros corazones abiertos para nosotros, y para nuestro prójimo, que así como vivió Sara, que no vivamos del recuerdo, sino que podamos transformarlo en memoria para que nosotros podamos seguir siendo continuadores, de su mensaje para entender nuestra vida.
Shabat Shalom.
Rab. Adrian Fada.
|