Por Ari Bursztein

Las piedras arrojadas por los opresores se convirtieron en la piedra angular. Emil Fackenheim, la mitzvá 614 y la Noche de los cristales rotos

La Noche de los Cristales Rotos está grabada en la memoria judía como un punto decisivo en el antisemitismo activo que condujo a la Solución Final. Durante algunos años he estudiado la filosofía de Emil Fackenheim, considerado el más grande de los pensadores acerca de la Shoá. Fackenheim ahondó durante años en los puntos de vista y conceptos básicos de la preocupada judería post II Guerra Mundial: mitzvot, revelación, teología, etc. Paradójicamente, hacia el final de los 60, cuando comenzó a ocuparse más intensamente del tema, Fackenheim no vinculó ni a la teología ni a la Providencia a la Shoá. Es cierto, en su versión de la Mitzvá 614, que obliga a todo judío a evitar en última instancia la victoria de Hitler, trayendo niños judíos al mundo y hacienda aliá a Israel, hay connotaciones teológicas y hasta aspectos de revelación divina.

Con esto, Fackenheim parece estar pidiendo que se agregue una última Mitzvá a la Torá, pero su intención es pedir un cambio en el comportamiento humano. En su importante libro To Mend the World (Reparar al mundo), establece que la Shoá es un suceso que destruyó las bases de la civilización en todo sentido. Después del Holocausto no debemos preguntarnos ‘dónde está Di-s’ sino, cómo puede continuar la vida en absoluto. La moralidad, la ideología, la filosofía, en medio de su completo colapso, ¿cómo podemos seguir viviendo?

Y sin embargo, hemos continuado. La tarea que Fackenheim toma sobre sus hombros es reconstruir y especialmente ofrecer una fórmula para reparar los fragmentos rotos dejados por la Shoá. Para retornar a la Mitzvá 614, nos damos cuenta de que la Shoá es realmente un acontecimiento de revelación. Auschwitz ordena al anti-Auschwitz. ¿Auschwitz ordena? ¿No es ese el rol de Di-s? ¿Qué clase de revelación es Auschwitz? ¿Podemos responder positivamente a esta revelación? Creo que la respuesta está en el hecho que la expresión de Fackenheim “la imperiosa voz de Auschwitz” está dicha metafóricamente, no es necesario analizar ni la fenomenología ni el acto de ordenar o la revelación Divina. Di-s no toma un rol activo en Auschwitz, o, por lo menos, Fackenheim no dice que lo haga.

El significado de la “la voz imperiosa en Auschwitz” es el siguiente: la violación de los límites del comportamiento humano que existía hasta entonces, es lo que ordena lo opuesto. No había necesidad de un mandamiento Divino así antes de Auschwitz, pero después del hecho, Di-s exige que saquemos las conclusiones correctas. Me parece que el significado más profundo de este concepto se puede comprender por medio de una historia asombrosa que ocurrió en La Noche de los Cristales Rotos, que encontré por casualidad hacia el final de mi investigación para un libro sobre Fackenheim. Hasta es posible que Fackenheim haya estado presente cuando ocurrió. Traté de verificar la historia por medio de varias fuentes, pero no tuve éxito. De todos modos vale la pena relatarla; su significado y simbolismo para el pueblo de Israel es tan grande que amerita un lugar en la investigación histórica del período.

En 1882 la Hochschule fuer die Wissenschaft des Judentum se abrió en Berlín, operando como un instituto académico de Estudios Judaicos (las universidades alemanas se negaron a abrir departamentos de Estudios Judaicos) y como seminario rabínico. Muchos conocidos profesores de Estudios Judaicos y rabinos se educaron y enseñaron en este instituto. Desde 1933 hasta noviembre de 1939 la Hochschule fue a la vez un centro social, espiritual y religioso pero siguió existiendo bajo condiciones intolerables impuestas por el régimen nazi en Berlín. A diferencia de otras instituciones judías de enseñanza superior en Alemania, la Hochschule logró mantenerse abierta hasta 1942. Sin embargo, después de La Noche de los Cristales Rotos el instituto decayó, muchos estudiantes fueron arrestados por la Gestapo y otros que pudieron, huyeron del país.

Aquí es donde empieza nuestra historia. En el 2004, fallece en Buenos Aires, el rabino Hans Harf fundador de la comunidad NCI, amigo personal de Fackenheim, con quien mantuvo intercambio epistolar hasta sus últimos días Fackenheim y Harf fueron compañeros de estudio en la Hochschule. Obviamente, esto me resultó muy interesante, y comencé a investigar para ver quienes habían sido estudiantes de la Hochschule en los meses previos a La Noche de los Cristales Rotos. Los que menciona Fackenheim en su autobiografía son: Leo Baeck, como líder indiscutible y profesor de Midrash; Ismar Elbogen, profesor de Historia Judía; Moshe Sister, profesor de Biblia; y a los estudiantes Günter Friedländer, que logró conseguir visas para Sudamérica para otros cuantos estudiantes; Heinz Fischel, Manfred Braude, Karl Rautenberg, Fritz Winter, Hans Harf y otros. Algunos de estos lograron escaparse de Alemania y se convirtieron en personas influyentes en el mundo judío post Shoá.

Estos antecedentes son útiles para ampliar lo que sabemos acerca del destino de cada una de estas personas después de La Noche de los Cristales Rotos. Cuando tuvo lugar el funeral del Rabino Harf se publicaron varios panegíricos en la prensa judía local. Uno de ellos decía: “El suceso formativo en la vida del Rabino Harf que lo condujo a ser un activista judío fue La Noche de los Cristales Rotos. Como decía a menudo, fue también el acontecimiento formativo para muchos de los profesores y estudiantes en la Hochschule que estuvieron presentes en el pogrom que tuvo lugar la noche del 9 de noviembre de 1938.

¿Qué sucedió ahí? ¿Fue la preocupación con el activismo judío el resultado de una típica reacción al antisemitismo? Sí, pero no fue tan simple. El panegírico continúa relatando lo que ocurrió en la Noche de los Cristales Rotos. Muchos de los estudiantes de la Hochschule estuvieron presentes esa noche (Fackenheim no menciona el acontecimiento en su autobiografía). Tanto los profesores como los estudiantes estaban paralizados de miedo. Gritos de “Muerte a los judíos” se oyeron y todos pensaron que su fin estaba cerca. Las ventanas fueron rotas y fueron arrojadas piedras a una velocidad vertiginosa. Leo Baeck tomó el control de la situación dentro del edificio, reunió a los estudiantes y profesores y les ordenó a cada uno que tomaran una piedra que había sido tirada desde afuera. Poniendo todo el peso de su autoridad en su voz dijo – Juramos hoy que cada uno de nosotros tomará una piedra arrojada por los que nos persiguen, y en la primera oportunidad que tengamos de escapar y establecernos en otros países, cada una de estas piedras se convertirá en la piedra angular de una sinagoga o colegio judío.

La esposa del rabino Winter aseguraba que su esposo la había contado varias veces esta historia. Esa es la única evidencia que tengo hasta el momento de su veracidad. En su viaje de Alemania a Sudamérica, el Rabino Winter pasó por Cochabamba, Bolivia y fundó una sinagoga que perdura hasta hoy en día. Más tarde, en Montevideo, fue uno los rabinos destacados de la Nueva Comunidad Israelita (NCI) donde han servido veintenas de rabinos masortí/conservadores y que contiene un museo en memoria de los que perecieron en la Shoá.

Parece ser que otros que estuvieron presentes esa noche hicieron cosas similares. Más allá de la verdad histórica del relato, no hay duda que representa el comportamiento judío a lo largo de la historia, convertir al duelo en alegría, la destrucción en construcción, arreglando así los fragmentos rotos para reparar al mundo.

Por Ari Bursztein

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